La fontanería es una parte crucial de cualquier hogar, ya que se encarga de mantener el sistema de tuberías en buen estado y garantizar un suministro de agua adecuado. Sin embargo, a veces pueden surgir problemas que pueden pasar desapercibidos si no sabemos qué señales buscar.
En este post, te presentamos cómo identificar si tienes problemas de fontanería y qué acciones puedes tomar al respecto.
Signos de problemas de fontanería
Como especialistas en accesorios de fontanería sabemos que el mantenimiento es fundamental. Por ello, te presentamos a continuación los problemas más comunes de fontanería.
1. Bajos niveles de presión de agua
Si notas que el agua de tus grifos sale con poca presión, puede ser un indicio de que hay obstrucciones en las tuberías. Esto puede deberse a acumulación de sedimentos, corrosión o incluso una fuga en alguna parte del sistema. Es importante abordar este problema rápidamente para evitar daños mayores.
2. Goteras o humedades
Las goteras o humedades en paredes, techos o suelos son señales claras de que algo no está funcionando bien en tu sistema de fontanería. Estas fugas pueden deberse a tuberías corroídas, juntas desgastadas o incluso problemas en las conexiones. No ignores estas señales, ya que pueden empeorar con el tiempo.
3. Fugas en tuberías
Las fugas en las tuberías pueden ser difíciles de detectar, pero si notas manchas de humedad en tus paredes o suelos, es probable que tengas una fuga. En este caso, es importante llamar a un fontanero profesional para que repare la fuga antes de que cause daños mayores en tu hogar.
4. Inodoros que se atascan con frecuencia
Si tus inodoros se atascan con frecuencia, puede ser un indicio de que hay un problema en la tubería de desagüe. Esto puede deberse a acumulación de residuos, objetos atascados o incluso raíces de árboles que han invadido las tuberías. En estos casos, es importante actuar rápidamente para evitar problemas de alcantarillado.
Mantenimiento de la fontanería básica de tu hogar
Cuidado con lo que desechas en el inodoro o en el desagüe. Lo recomendable es tirar únicamente papel higiénico. Otros objetos como toallitas, productos de higiene femenina, envoltorios de plástico, bastoncillos de algodón o hilo dental deben ser depositados en la basura. Es importante prestar atención a los restos de comida que van a parar al fregadero de la cocina.
Utiliza un colador de fregadero y asegúrate de que esté correctamente colocado cada vez que laves los platos. Después, desecha los desechos en la basura. Especial atención deben tener las grasas de cocción y los posos de café, ya que pueden obstruir las tuberías. Es recomendable desecharlos con cuidado en lugar de tirarlos por el fregadero.
Además de contribuir al ahorro económico, reducir el uso de agua genera menos estrés en las tuberías. Por ello, se recomienda lavar cargas completas de ropa, ducharse en lugar de bañarse y utilizar accesorios de bajo flujo en grifos, cabezales de ducha e inodoros.
Es fundamental limpiar las cañerías de forma periódica para prevenir obstrucciones antes de que ocurran. Es aconsejable reservar los limpiadores de uso intensivo para situaciones de emergencia y utilizar productos suaves de forma regular para eliminar cualquier acumulación. En caso de tener una fosa séptica, se recomienda limpiarla cada tres a cinco años.
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